09 de agosto 2011, martes.

Estuve mirando mi cuadro -recuperado el año pasado por Santiago Tavella y gran apoyo de Dani- todavía estoy por invitarlos a un asado para festejar la tan ansiada recuperación. El cuadro estuvo como cuatro años de vacaciones en Buenos Aires, luego de una exposición en el Centro Cultural Recoleta, en el año 2006. Ya se había expuesto en Monevideo, en el Subte, en el 2004.

El título de la obra es "IDENTIDADES A LA CARTA: apropiación, interpretación, manipulación, relectura, reelaboración, nueva versión de la obra de carácter pictórico-plástico realizada por el pintor Carlos Tonelli durante los años 1996/97 a partir de la imagen del cuadro impresa en una tarjeta de saludo emitida por la presidencia de la República en el año 1988"
Y 4 fotocopias que enmarcan la “Memoria Descriptiva” acompañan al cuadro:
Bajo encargo del señor presidente de la República Doctor Julio María Sanguinetti, el que suscribe realiza una obra de carácter pictórico-plástico representando en ella en forma simbólica aspectos referentes a la cultura nacional. Primeramente, con la colaboración del arquitecto Enrique Benech establecimos las medidas del panel en el mismo sitio donde sería ubicado en la Residencia Presidencial de Suárez. Las dimensiones del panel que se decidió fuera de formato octogonal (octógono irregular) es de mts. 1.40 de altura por mts. 1.60 de ancho, considerando las medidas por sus medianas. El panel o tablero fue realizado en chapa de madera de mm 9 de espesor montado sobre un bastidor de madera. El tablero fue previamente preparado por ambos lados con yeso, blanco de zinc y cola. El cuadro fue realizado en la técnica de pintura al óleo. Se realizaron varios bocetos previos entre los que fue surgiendo la idea definitiva. La obra muestra como elementos fundamentales de la composición la Bandera Nacional y la figura alada del Ariel com centro compositivo general. Siguiendo a Rodó, “Ariel genio del aire, representa, en el simbolismo de la obra de Shakespeare, la parte noble y alada del espíritu, ariel es el imperio de la razón y el sentimiento sobre los bajos estímulos de la irracionalidad; es el entusiasmo generoso, el móvil alto y desinteresado de la acción, la espiritualidad de la cultura, la vivacidad y la gracia de la inteligencia, el término ideal al que asciende la selección humana, rectificando en el hombre superior los tenaces vestigios de Calibán.” A la izquierda de esta figura, mirando la obra de frente, se agrupan libros de escritores, pensadores y poetas nacionales, Quiroga, Acevedo Díaz, Delmira Agustini, Florencio Sánchez, Vaz Ferreira, Zum Felde, José P. Varela y Eduardo Acevedo. De entre los libros caen, entrelazadas, dos cintas, una roja y otra blanca que representan los cintillos de los dos partidos tradicionales queson los que han configurado a través del tiempo, nuestra existencia como Nación. Sobre estos libros, un botellón de vidrio contiene flores de ceibo, nuestra flor nacional.
2 Detrás, al fondo, se ve el dibujo de Blanes de nuestro prócer el General José Artigas, como númen tutelar y principio de nuestra nacionalidad. Enseguida un espejo apoyado sobre dos libros, uno de José Enrique Rodó y el otro de Clemente Estable; su luna refleja parte del Ariel y una luz de ventana que configura y proyecta una cruz que hace referencia al Cristianismo como formador de nuestra cultura. Este elemento otorga mayor profundidad espacial a la obra pero también adquiere valores simbólicos con significados plurivalentes ya que el espejo refleja y revela la verdad, también la inteligencia creadora y divina reflejando lo manifestado y creándolo a su imagen y semejanza mostrando su identidad como espejo. En el Japón se dice: “El hombre se sirve de la antigüedad como espejo” y “El hombre se sirve del hombre como espejo”; además es símbolo de pureza del alma, del espíritu sin mancha, de la reflexión de uno mismo sobre la conciencia. Seamos pues reflejo de nosotros mismo. A los pies de la figura del Ariel se encuentra una rastra, típica prenda de artesanía criolla que toma aquí la representación del artesanado nacional y también, desde el punto de vista histórico la de la Estancia como elemento que va configurando al Uruguay como país. Del otro lado, tenemos la guitarra que alude directamente a nuestra música tanto floklórica, popular o culta, con una página musical de un Triste de Eduardo Fabini entre sus cuerdas, nuestro máximo compositor. Detrás de este instrumento, asoma un libro abierto apoyado sobre otra pila de textos, mostrando las figuras más reconocidas de las Artes Plásticas: Torres García, Barradas, Figari, Cúneo, Blanes Viale y Petrona Viera. Hacia arriba aparece la casa del gran arquitecto Julio Villamajó. Representa la arquitectura uruguaya. Y rematando este espacio, un disco solar que refiere al sol de nuestra patria pero también en un contenido más amplio a las culturas solares indoamericanas, América a la que pertenecemos.Delante de la mesa o altar se sitúa una silla que en su asiento contiene una  fotografía del Labrador, escultura de Antonio Pena; este monumento asume aquí un cuádruple significado: por un lado toma la representación de la escultura nacional; en segundo lugar representa al campesino que trabaja la tierra, en tercer término y como consecuencia de lo anterior, evoca la figura del inmigrante; por último, el labrar o cultivar la tierra nos lleva directamente al origen de la palabra cultura, tema de esta obra. En ese mismo lugar, otra fotografía con la torre del Estadio Centenario emblematiza la cultura física y al deporte, especialmente al fútbol por el cual es cierto reconocerlo, fuimos conocidos en el mundo.
3 El antropolito de Mercedes cierra la descripción de los objetos que integran esta obra, simboliza obviamente a las culturas primitivas que habitaron nuestro suelo y que hoy están siendo, afortunadamente estudiadas y revalorizadas. Dejamos también constancia del tiempo de ejecución de la obra que fue de veinte meses, entre febrero de 1996 cuando se comienza con el dibujo previo y setiembre de 1997 cuando se finaliza definitivamente con la pintura. Aunque puede considerarse que cuatro meses antes se comenzó con los bocetos y la búsqueda de elementos para la composición. Finalmente, después de manejarse diversas opciones respecto al título de la obra, el Señor Presidente de la República, dentro de esos variante posibles, elige el título de “IDENTIDADES”. 
Carlos María Tonelli 
Maldonado, 11 de octubre de 1997
 "Identidades", Carlos Tonelli, 1997. 160 cm x 140 cm. Óleo sobre madera. Marco de yeso dorado.
"IDENTIDADES A LA CARTA: apropiación, interpretación, manipulación, relectura, reelaboración, nueva versión de la obra de carácter pictórico-plástico realizada por el pintor Carlos Tonelli durante los años 1996/97 a partir de la imagen del cuadro impresa en una tarjeta de saludo emitida por la presidencia de la República en el año 1988", Teresa Puppo, 2004. Acrílico sobre tela, 170 cm x 150 cm. Sin marco.

Fui a pintar temprano, con la idea de quedarme toda la tarde. Pasé por la feria y compré dos brócolis. Lindos, grandes, verdes.  Cuando estaba llegando al fac, me llama Mam para invitarme a almorzar. Estaba en Montevideo, claro. Fui. Llegué a las dos y cuarto, con mi ropa de pintar –un pantalón vaquero gris bastante salpicado de colores y un rompevientos rojo con algún agujerito. Y los brócolis lindos, grandes, verdes, en una bolsa. Mami estaba muy bien y también Cori. Almorzamos en un lindo restaurante de Punta carretas. Todo delicioso, hasta el café. Después fui a yoga, y después al cine.